16/10/2017 / by Marcelo BONZÓN

¿Qué es Lean Startup? ¿Para qué sirve?

¿Qué es Lean Startup?

Por Marcelo Bonzón
Resultado de imagen para logo linkedin vector 

El término Lean Startup se hizo muy conocido a través del libro The Lean Startup (El método Lean Startup), publicado en 2008 por un emprendedor y autor norteamericano llamado Eric Ries. Es una metodología de trabajo simple y efectiva para abordar el lanzamiento de productos o servicios con un modelo de negocios rentable y escalable, minimizando su probabilidad de fracaso.

Incluso, hay quienes sostienen que Lean Startup es una filosofía que surge en el Silicon Valley de EE.UU. y que se traduce en nueva forma de pensar y actuar, que tiene su origen en el Lean Manufacturing empleado por importantes compañías a nivel mundial como Toyota y General Electric, así como también por reconocidas firmas dedicadas a la consultoría de la innovación.

Inicialmente, el término estaba familiarizado en el ámbito tecnológico, pero en la actualidad su uso se ha extendido a empresas de diversos tamaños y sectores económicos.

¿Cuál es la finalidad de Lean Startup?

Lean Startup es muy útil para toda empresa o emprendedor que requiera introducir nuevos productos o servicios en un mercado. La metodología se basa en el aprendizaje validado, la experimentación científica y la iteración en el lanzamiento de negocios para acortar los ciclos de desarrollo, medir el progreso y ganar valiosa retroalimentación de los clientes. De esta manera las empresas -especialmente las startups- pueden diseñar sus productos o servicios para cubrir la demanda de sus clientes, sin requerir grandes cantidades de financiación inicial o demasiados gastos para lanzar un producto.

Como ya se dijo, los orígenes de la metodología se sitúan en la filosofía de producción Lean Manufacturing, enfocada en incrementar la eficiencia productiva en todos los procesos a partir de la implementación de la filosofía de gestión kaizen de mejora continua en tiempo, espacio, desperdicios, inventarios y defectos, involucrando al trabajador y generando en él un sentido de pertenencia al poder participar en el proceso de proponer sus ideas acerca de cómo hacer las cosas mejor. Lean es básicamente todo lo concerniente a obtener las cosas correctas en el lugar correcto, en el momento correcto, en la cantidad correcta, minimizando el desperdicio, siendo flexibles y estando atentos al cambio.

Los principios de Lean Startup se despegan de las formas tradicionales de abordar el desarrollo de determinado producto o servicio, que plantean que una organización primero debe generar un plan de negocios para luego pasar a la fase siguiente. Con los métodos usuales, las empresas comienzan las etapas de desarrollo y el marketing antes de chequear si efectivamente los supuestos o hipótesis que utilizaron en su planificación estratégica son realmente válidos. Así, el desarrollo podía concluir en la creación de productos o servicios para una necesidad inexistente, lo que conllevaría importantes pérdidas.

En cambio, la metodología Lean Startup no tiene como objetivo idear planes de negocios, sino que se enfoca en un proceso para descubrir qué productos o servicios podrían tener éxito en el mercado y cuáles no. Con un acercamiento científico, se busca primero validar las hipótesis y presupuestos empleados mediante la experimentación de los consumidores con determinado producto. Antes del lanzamiento definitivo, una empresa, emprendedor o startup puede recabar datos de la experimentación de los consumidores y modificar o retocar las definiciones del producto en cuestión. Así, se da un proceso continuo de iteración en relación con un aprendizaje validado.

Esto no significa que el plan de negocios no sea importante. Al menos, no lo es en esta primera instancia, donde se hace foco en la concepción de la idea y la búsqueda del modelo de negocio, explorando, validando hipótesis, aprendiendo, iterando y pivoteando.

¿Cuáles son las claves de Lean Startup?

Una de las primeras claves en la metodología Lean Startup, es comprender las diferencias entre el ciclo de desarrollo y el ciclo de aprendizaje (construir-medir-aprender). Este modelo se basa más bien en el cliente que en el producto, de manera que se busca aprender de cada iteración del producto (o servicio) para poner a prueba las hipótesis y saber de este modo hacia donde avanzar.

Para conseguir validar el aprendizaje, se debe actuar con rapidez y no esperar precisamente a tener un producto perfectamente acabado. Mientras antes se puedan testear las hipótesis con clientes reales, antes estaremos en condiciones de saber si estamos acertando… o si debemos cambiar algo. Así, nace el concepto de PVM (producto viable mínimo), que no es otra cosa que trabajar con una versión del producto con las características fundamentales y que funciona adecuadamente, con el objetivo de maximizar el aprendizaje del negocio, producto y mercado.

Esto choca con el funcionamiento tradicional o clásico del ciclo de desarrollo de un producto, en el que el orden correcto pasaba por todas las fases de creación del producto hasta finalizar con su desarrollo, para posteriormente lanzar el producto y esperar el acierto en los planteamientos. Esta nueva forma de trabajar reduce drásticamente el riesgo y los eventuales gastos asociados, ya que desde un primer momento se trabaja con clientes de verdad obteniendo un conocimiento del negocio que de otra forma sería imposible.

Para esto Lean Startup, cambia el clásico ciclo de desarrollo por el novedoso ciclo de aprendizaje, que se basa en 3 fases:

  • Construir: desarrollar el PVM (producto viable mínimo) centrado en las hipótesis que se quieren comprobar.
  • Medir: una serie de métricas con las que se pueda valorar el experimento.
  • Aprender: gracias a las métricas se obtiene información con la que se aprenden nuevos detalles de nuestro negocio para seguir mejorando.

Todo este ciclo es iterativo, es decir, que para cada hipótesis que se quiere comprobar se debe crear un nuevo PVM, o una modificación, y lanzarlo para seguir aprendiendo. Además, la experimentación se realiza ágilmente, y con ciclos de desarrollo muy cortos. Todos los PVM´s sirven para comprobar desde las hipótesis iniciales, problemas y soluciones, y modelo de negocios, hasta cada nueva característica que se quieren introducir, e incluso pequeñas modificaciones.

La segunda clave en la metodología Lean Startup es saber cuándo perseverar en la línea que llevamos o cuando pivotar el modelo de negocio cambando alguna de sus premisas básicas. Esta información se puede recopilar con el aprendizaje que se obtiene de los PVM. Pero la última decisión siempre será nuestra.

Con un grado de incertidumbre tan grande como en el que se mueve cualquier startup, es imprescindible ser muy flexibles para saber adaptar un negocio a las realidades del mercado. De nada sirve perseverar en una “brillante” idea de negocio si se tiene la capacidad de encontrar clientes que estén dispuestos a pagar por el producto o servicio. En cambio a lo largo de los experimentos es posible que se puedan encontrar otros segmentos de clientes, otras utilidades al producto, otras oportunidades, que pueden reconducir el camino hacia el éxito.

Entonces ¿Por qué debería usar Lean Startup?

En un momento como el actual, en el que todo cambia tan rápido y en el que asistimos a importantes transformaciones económicas y sociales, las metodologías y las técnicas con las que procurábamos soluciones a los viejos problemas ya no funcionan.

Esta realidad que es perfectamente trasladable al ámbito del emprendimiento. La apremiante necesidad de ahorrar tiempo y dinero, nos conducen a una nueva realidad en la que se ponen en entredicho los modelos clásicos basados en un costoso ciclo de desarrollo del producto/servicio, el cual finaliza con su lanzamiento al mercado, a la espera de ver cómo es receptado por los clientes. Este es un proceso que, en el caso de no concluir en éxito, supone la pérdida de un importante volumen de recursos (tiempo y dinero) por parte de empresas y/o emprendedores.

Nuevos retos exigen nuevos planteamientos de trabajo que permitan a las empresas y emprendedores manejar la incertidumbre con el respaldo de una metodología científica y experimental, con rapidez, minimizando el uso de recursos y sumando la validación con clientes desde las primeras fases de prototipado de su idea de negocio.

Es precisamente en este escenario donde la metodología Lean Startup, producto de la combinación de las técnicas ágiles y el proceso de desarrollo de clientes, apuesta por un ciclo de aprendizaje frente al tradicional ciclo de desarrollo, en el que a través de la construcción, la medición y el aprendizaje, se favorezca un mejor encaje entre el producto y el mercado, lo cual se traduce en una mayor seguridad y posibilidades de éxito.

Si desea más información sobre los servicios de consultoría y capacitación que brindamos en BONZÓN Consultores Asociados ® sobre Lean Startup, no dude en contactarnos.

WhatsApp chat