¿Qué es Visual Thinking? ¿Cómo nos puede ayudar?
Por Marcelo Bonzón
Dentro del conjunto de métodos ágiles que encabeza el Design Thinking, existe uno muy peculiar llamado Visual Thinking. Aunque el Pensamiento Visual es un concepto de moda, ha sido utilizado desde la antigüedad. Desde las pinturas rupestres de la prehistoria, el hombre ha realizado representaciones visuales para expresas ideas, contar historias, afrontar y solucionar problemas.
Acordando una definición
El Visual Thinking o Pensamiento Visual es una herramienta que consiste en representar y manipular ideas a través de dibujos simples y fácilmente reconocibles, creando conexiones entre si por medio de mapas mentales, con el objetivo de entenderlas mejor, definir objetivos, identificar problemas, descubrir soluciones, simular procesos y también, generar nuevas ideas.
El pensamiento visual es algo innato a la condición humana. Desde que el hombre es tal, ha realizado representaciones visuales para expresar ideas, contar historias, afrontar y solucionar problemas. El ejemplo más claro es el de las pinturas rupestres. Gracias a ellas, los hombres de la prehistoria desarrollaron capacidades para organizar la caza, el poblado y las tareas de la comunidad.
Aunque hoy es un concepto de moda, el pensamiento visual -llamado así por Rudolf Arnheim’s en el año 1969-, siempre se ha utilizado. Y funciona porque el 80% de nuestro cerebro está diseñado para asimilar y procesar imágenes, por lo que supone menos esfuerzo que leer un texto. De esta forma, al ver una idea a través de nuestros ojos, y no sólo de la mente, se extiende enormemente la capacidad de comprensión y síntesis; además de facilitar la exposición de ideas cuando las palabras no son suficientes, desencadenando procesos compartidos de pensamiento, diálogo, diseño y acción.
Los pasos en el pensamiento visual
Según Dan Roam, experto en pensamiento visual y autor del libro «Tu mundo en una servilleta», el Visual Thinking o Pensamiento Visual, es un proceso que, aunque no lineal, presenta cuatro pasos bien diferenciables:
1. Mirar
Se trata de un proceso para absorber la información visual que nos rodea. Hacemos una recopilación de lo que tenemos por delante. Es una recorrida visual mientras la mente comienza a hacerse las primeras preguntas que ayudan a hacer una evaluación inicial. La herramienta que nos permite mirar son nuestros ojos. Algunas preguntas que ayudan a desarrollar este paso son: «¿Qué hay allí?», «¿Hay mucho?», «¿Qué falta?», «¿Qué identifico de inmediato?», «¿Qué me resulta confuso?»
2. Ver
En esta etapa es donde aparece el aporte visual a través de una forma más detallada de usar nuestros ojos, algunas veces de manera consciente y otras no. Aquí se suele seleccionar la información que se considera interesante, y se agrupa la misma a través de las relaciones entre elementos y pautas. Algunas preguntas que ayudan a desarrollar este paso son: «¿Conozco esto?», «¿Lo vi antes?», «¿Reconozco alguna pauta?», «¿Qué puedo aprovechar de lo que veo?».
3. Imaginar
Imaginar implica Interpretar y manipular los elementos para descubrir nuevas pautas. Es lo que ocurre cuando se mira con «los ojos de la mente», donde se ve lo que no está presente, donde se reorganiza la información y surgen nuevas ideas. Algunas preguntas relacionadas con imaginar son: «¿Hay formas mejores de reorganizar las pautas que veo?», «¿ Puedo manipular la pauta para que se haga visible lo invisible?»
4. Mostrar
El cuarto ý último paso es muy importante. Si no se llega bien a esta instancia, es porque todavía la idea no se ha comprendido bien. Cuando se encuentra una pauta y se comprenda, hay que mostrarla a otras personas para obtener feedback. Siempre que se encuentren pautas y que se las comprenda, se sabrá como reorganizarlas, resumir la idea y encontrar el marco visual más propicio para mostrarla, dando claridad a todo. Algunas preguntas relacionadas con mostrar son: «¿Cuál es la forma más adecuada de dibujar mi idea?», «¿Cuál marco visual es el más apropiado?».
Pero… ¿Qué hago si no sé dibujar?
Volvamos otra vez al recuerdo de cuando éramos pequeños. En ese entonces, no teníamos miedo a dibujar y no se nos pasaba por la cabeza pensar que lo hacíamos mal. Con el paso de los años, nosotros mismos fuimos limitando la capacidad para dibujar condicionándonos por el talento artístico. Pero la verdad es que todos somos capaces de hacer monigotes, líneas, cuadrados, círculos, flechas y unas cuantas figuras más…así que no hay ninguna razón para no empezar a trabajar con las herramientas del pensamiento visual.
Con el paso del tiempo y con la práctica, iremos notando que los gráficos nos salen cada vez mejor y con mayor rapidez. Además, no se trata de representar la realidad fielmente y no tiene que ver con llegar a ser artistas, sino de poder hacer imágenes sencillas, simples y universales, que cualquier persona, en cualquier lugar, pueda entender sin problemas.
Si eres una de esas personas que dice “yo no sé dibujar», a continuación te damos algunas recomendaciones y ejercicios muy sencillos para que empieces a utilizar las herramientas del pensamiento visual… Y si estás dentro de ese grupo de personas talentosas a las que se les va muy bien con el dibujo, no dejes de darle un vistazo. Te pueden dar pistas para mejorar tu habilidad.
Figuras básicas
Todos los gráficos se hacen a partir de estas formas básicas, así que es conveniente empezar por las formas más sencillas para ir soltando un poco la mano.
Pictografías e ideografías
Si estás dentro del grupo de personas que se animan a hacer figuras un poco más complejas, puedes empezar practicando estas sencillas pictografías e ideografías. Con estas figuras, estarás preparado para representar gráficamente muchísimas ideas.
Muñecos y garabatos
El hombre estrella de David Sibbet. Se dibuja la cabeza en redondo y con una estrella de cuatro puntas. Es muy fácil de dibujar, y rápidamente tenemos un personaje capaz de señalar. Con un poco de práctica, se pueden representar otras acciones.
Este ejemplo de Dave Gray se basa en el trazo único, en la línea que construye un ocho. Un lazo es la cabeza y el otro el cuerpo.
El hombre o mujer palo es otro gran ejemplo. A un simple muñeco, se le aportan elementos como el pelo y las manos en forma de bola, dotándolo de acciones y actitudes. Más simple imposible.
Cuando se trata de aportar personalidad, la anatomía ayudará un poco. Se puede generar este modelo con más cuerpo y piernas, y los brazos con líneas simples.
O también, a partir de una forma como un círculo, un triángulo o un rectángulo, se puede dibujar la cabeza, la piernas y los brazos con líneas simples.
Cómo se puede apreciar, se trata de un proceso más sencillo del que se podía imaginar. Así que hay que animarse y empezar a practicar. En la gestión de la innovación, nos será de mucha utilidad.